El lograr los propios objetivos, sean personales o institucionales muchas veces implica el aporte e incluso la dependencia de otros. Por lo tanto, el dilema es cuanto puedo hacer por mi mismo o cuanto puedo delegar en los demás. Y si vinculo a otros con una tarea, el desafío es como hacer esta relación virtuosa y no una experiencia improductiva.
Ahora bien, en el caso de los directivos estos prefieren la acción a la conversación. Sin embargo, si revisamos sus  agendas,  gran parte del tiempo están en conversaciones formales o informales, con distintas personas o grupos de ínteres. Entonces ¿cómo logran que se hagan las cosas por medio de las palabras?
La respuesta nos viene de la teoría de los actos del habla, una rama de la filosofía del lenguaje que explora como las personas usan las palabras para coordinarse, señala que hablar es hacer. Su autor   John Searle introdujo la taxonomía de los actos del habla y luego será Fernando Flores, alumno de Searle quien señala que petición y promesa son las unidades básicas de la coordinación en organizaciones.

Por lo tanto, en este enfoque  una organización efectiva con alto grado de logro de objetivos es una comunidad que sabe hacer promesas y genera buenos compromisos.  Pero ¿qué es una promesa?

Una promesa es un acto lingüistico que me lleva a coordinar acciones con otros.  Se trata de  un compromiso que asume un proveedor por satisfacer las necesidades de un cliente dentro o fuera de la organización. Si es una petición el otro se compromete a llevar a cabo la acción acordada. Si es un ofrecimiento la persona se compromete a llevar a cabo una acción prometida para los otros.

La Dinámica de las Promesas
Pensemos la dinámica de la promesa con un ejemplo.

En un colegio un Director de Ciclo que se entrevista con el Centro de Alumnos. En esta reunión los estudiantes le  presentan la petición de tener una sala propia para su directiva.

  • En este caso el director puede aceptar o rechazar esta petición. En caso de declinar no hay acción futura.
  • En caso de aceptar la petición hay posibilidad de acción futura pero aun no podemos hablar de compromiso. Hasta el momento hay un buen deseo que cuenta con la buena voluntad, pero mientras no se establezcan las condiciones de satisfacción  no hay compromiso.

Las Condiciones de satisfacción tienen dos dimensiones: fecha de cumplimiento y estándares de calidad .

  1. Mientras el director no se comprometa  declarando  un  cuando se va a entregar esta sala no hay compromiso.
  2. Mientras el director no declare o acuerde  algunos estándares de calidad aceptables de esta sala (tales como iluminación, llaves, ventilación, escritorio) no habrá hecho una promesa y no hay compromiso.

De este modo, si establece un compromiso con condiciones de satisfacción específicas, cuando  entregue la sala,  los estudiantes podrán declarar su conformidad o disconformidad en relación con el cumplimiento de la promesa del director y el ciclo del compromiso se habrá realizado con excelencia.

La siguiente imagen conceptualiza la dinámica para la coordinación de acciones
Coordinación para la acción
Ciclo de gestión por promesas
Mejorando la Calidad de los Compromisos
Si el realizador que esta a cargo de una promesa la realiza impecablemente, esto es, cumpliendo los estándares de calidad en su actuar, genera confianza y credibilidad en los otros. Por el contrario quien hace declaraciones y después no las cumple y falla constantemente sea en los plazos de cumplimiento,   en la calidad de lo ofrecido, o  lo que es peor, si alguien asuma compromisos sabiendo que no va a cumplir pone en riesgo su identidad, pierde credibilidad, se transforma en una persona no confiable y esto tarde a temprano lleva a quiebres en los grupos con consecuencias negativas.
Por lo anterior, cuando tenemos una promesa  con alguien resulta conveniente cumplirlas con  impecabilidad.
Esto significa que al tomar un compromiso hemos de poner especial atención a:
  • evaluar la factibilidad de tomar un compromiso con otros, pues es preferible un no sincero a un si ambiguo.
  • desplegar los recursos necesarios para cumplir con la promesa.
  • renegociar  el pedido cuando  en el camino surgen situaciones que me impiden cumplir la promesa en los términos acordados.
Hacer buenos pedidos u ofrecimientos, gestionar promesas claras, con condiciones de satisfacción objetivas y  con declaraciones finales de satisfacción, hace la diferencia en una organización con personas creíbles y con alta efectividad.
Si tu organización es tu familia o una institución pequeña o grande, pregúntate por un instante ¿Que calidad tienen tus compromisos?  Y si te gustaría incrementar tu nivel de satisfacción personal ¿Qué podrías mejorar para ser más creíble y efectivo?
Si tienes alguna observación o pregunta no dudes escribirlo en los comentarios.