Existe una creencia generalizada que asumir gran cantidad de trabajo y estar siempre disponible significa ser un buen profesional y es el camino correcto hacia el éxito. Sin embargo, no sirve de mucho si se trabaja más duro o más inteligente pues, si descuidas el ámbito familiar o no cuentas con estrategias de autocuidado, al poco andar el agotamiento y los conflictos estará llamando a tu puerta.

Son muchas las iniciativas que existen en la actualidad para favorecer el bienestar, con diversos enfoques y prácticas. Sin embargo, muchas de estas propuestas solo abordan los síntomas y no las causas del desgaste. Estas causas muchas veces están en el modo de abordar el trabajo y en el estilo de vida personal. Al respecto la psicóloga experta en liderazgo e innovación Jacinta Jiménez en su libro La Solución al Agotamiento señala que no es suficiente manejar algunas estrategias de autocuidado y bienestar, sino que es necesario cultivar la resiliencia personal y profesional de modo de evitar por completo el agotamiento. Se trata de formar hábitos que permitan la recuperación interior del desgaste personal. Estos hábitos ayudan a cultivar un ritmo de desempeño saludable, a mantener la claridad mental y gestionar la energía entre otros factores.
Por este motivo presento la metodología de organización personal que permite desarrollar tanto el ámbito laboral como personal, cultivando hábitos que permiten la recuperación interior y resiliencia.

La metodología Getting Things Done (GTD) fomenta la resiliencia

En entornos cambiantes y donde hay más trabajo que hacer que tiempo disponible para hacerlos, la metodología Getting Things Done (GTD) es el nuevo paradigma para enfrentar el trabajo y la vida de manera resiliente, generando tanto una recuperación interior como el logro de los resultados Intencionados.
Esta metodología rompe la forma tradicional de organización personal del paradigma gestión del tiempo, o clasificación de tareas de acuerdo a lo importante y urgente.
Para comprender El impacto laboral y personal que pueda significar utilizar este modo de hacer las cosas presentamos a continuación sus premisas y beneficios.

Premisas de la metodología GTD

1. Reducir la carga cognitiva.

Considerando que nuestra mente trabaja constantemente con todos los asuntos abiertos, esta metodología promueve sacar de la cabeza todas las preocupaciones y generar un sistema externo donde se depositan todos los pendientes, sean tareas, proyectos y cosas por hacer. De este modo, vaciar la mente es la premisa básica para poder ser altamente efectivo. Aquí se aplica la analogía de las artes marciales mente como agua para lograr un alto nivel de desempeño. Es decir, para ser altamente efectivo se necesita estar relajado. De aquí que David Allen, creador de esta metodología, la diera a conocer como el arte de la productividad sin estrés.

2. Gestionar la atención.

Por la misma naturaleza del trabajo y de nuestra mente siempre vamos a tener demasiadas cosas que llame nuestra atención y sobre las cuales sintamos la necesidad de hacer algo. Estímulos externos como correos electrónicos, llamados telefónicos, mensajería instantánea, interrupciones o reuniones. Estímulos internos como preocupaciones y pensamientos. Por lo anterior, contar con un sistema confiable de gestión de todos los compromisos y asuntos pendientes resulta vital para tomar buenas decisiones.

3. Promover la efectividad.

El padre de la administración moderna Peter Drucker en su libro El Ejecutivo Eficaz señala que el valor de los profesionales del conocimiento se mide en su capacidad de hacer bien las cosas correctas. Esto supone eficiencia para usar los recursos adecuados y eficacia para hacer las cosas que mejor conducen a la consecución de los resultados. En este contexto, GTD ayuda a decidir bien y de manera correcta a qué cosas vamos a decir que sí y a que cosas vamos a decir que no. Ayuda a decidir de manera correcta qué cosas vamos a delegar y qué cosas vamos a realizar personalmente. Qué cosas vamos a hacer ahora y qué cosas vamos a hacer después. La metodología GTD promueve la efectividad personal y laboral.

 

Cuidado del bienestar y salud a través con GTD

Si lo propio de los contextos laborales cambiantes y con incertidumbre es el aumento de cosas por hacer, lo que genera más trabajo desgaste y estrés, la metodología GTD produce claridad mental, energía y foco para el compromiso. Su práctica genera resiliencia personal que permite La recuperación interior constante. Dentro de los beneficios de practicar esta metodología podemos encontrar:

1. Claridad mental.

Al capturar los diversos elementos que llaman la atención, sean personales o laborales y tener una manera de clasificarlos y gestionarlos, las personas experimentan una sensación de liberación y de energía. El practicar sistemáticamente los cinco pasos de esta metodología permiten tener control de todos los frentes abiertos.

2. Estar presente.

La virtud cardinal del mindfulness: “el estar presente” es la manera cotidiana de quienes practican GTD. Por lo anterior, la calidad de la presencia laboral y familiar se enriquece significativamente.

3. Compromiso.

Un ritmo de desempeño saludable, sin descuidar el desarrollo personal o la integración social es un arte que se desarrolla gestionando la propia perspectiva integrando desde los compromisos diarios, los proyectos, pasando por las áreas de responsabilidad, y llegando a los propósitos fundamentales de la vida.

4. Gestionar la energía.

Uno de los efectos más impactante del uso de la metodología es que GTD es la creación de un flujo de trabajo de acuerdo al contexto, tiempo, energía y nivel de concentración disponible. Esta práctica aumenta considerablemente la efectividad personal y la sensación de bienestar.

 

Resumiendo, si estás en una situación donde tienes más tareas por hacer que tiempo para realizarlas, y si estás  buscando un método que te permita ser altamente efectivo sin descuidar la otras dimensiones de la vida  como tu bienestar personal o familia, entonces la metodología Getting Things Done (GTD) es para ti.